Arlequín Acodado de Pablo Picasso, una réplica artística en oleo pintado a mano que puedes adquirir para decorar como si tuvieras una obra de arte de Picasso en tu salón.
Picasso pintó este cuadro en el transcurso de su estancia en Barcelona, entre junio y noviembre de 1917, con motivo de la presentación en el Teatro del Liceo del ballet Parade con la compañía de los Ballets Rusos de Serge Diaghilev.
El personaje del arlequín retratado está situado en un escenario donde hay una barandilla parcialmente cubierta por un gran cortinaje rojo intenso que contrasta con los ocres de la encarnación y los azules, verdes y rosados de la indumentaria típica romboidal del personaje. El color pardo de la carne y las manos grandes y carnosas muestran el interés del artista por el volumen de las formas.
La iconografía del arlequín es clave y recurrente a lo largo de la obra de Picasso desde de 1901 y sobre todo a partir de 1905. El arlequín, como ocurre en los años 30 con el minotauro, se convierte en el «alter ego» del artista. El arlequín es testigo de la comedia humana; el iniciado que busca transgredir y trascender las limitaciones del hombre terrenal.
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